Despido Justificado vs. Despido Injustificado: ¿Cuál es la Diferencia?
- Solorzano Cerezo y Asociados
- 27 mar
- 3 Min. de lectura
En el ámbito laboral, el despido de un empleado es una de las situaciones más delicadas tanto para los empleadores como para los trabajadores. Sin embargo, lo que muchos no saben es que existen distintas razones por las cuales un despido puede considerarse justificado o injustificado, lo que influye directamente en los derechos y las compensaciones que le corresponden al empleado afectado.

En este artículo, te explicamos la diferencia entre un despido justificado e injustificado, cómo afectan a los empleados y por qué es esencial contar con asesoría legal especializada si te encuentras involucrado en un caso de despido.
¿Qué es un Despido Justificado?
Un despido justificado es aquel que se realiza bajo circunstancias claras y válidas que son reconocidas por la ley laboral. Es decir, el empleador tiene causas legales y objetivas para dar por terminada la relación laboral.
Algunas de las razones más comunes por las cuales un despido puede ser considerado justificado son:

Falta de asistencia repetida o injustificada al trabajo.
Conductas graves que afecten la imagen de la empresa (como el robo, el abuso de confianza o el acoso).
Violación de las normas internas de trabajo, que son expresadas en los contratos laborales o reglamentos internos.
Insubordinación o negativa a realizar tareas asignadas por los superiores.
Desempeño deficiente a pesar de los intentos de corrección.
Cuando un despido es justificado, el empleado generalmente pierde su derecho a recibir ciertas indemnizaciones o prestaciones, como el fondo de ahorro o compensaciones por antigüedad, dependiendo de la legislación aplicable y las circunstancias del caso.
¿Qué es un Despido Injustificado?
Por otro lado, un despido injustificado ocurre cuando el empleador no cuenta con una causa válida o legalmente acepta
da para despedir a un empleado. En otras palabras, el despido no se basa en razones objetivas que puedan probarse ante una autoridad laboral.
Algunos ejemplos comunes de despido injustificado incluyen:

Despido sin causa válida, como despidos por razones personales, discriminación o falta de justificación legal.
Despido sin previo aviso o sin el pago de una indemnización correspondiente.
Despido sin una evaluación adecuada del desempeño del empleado o sin ofrecerle oportunidades para mejorar.
Cuando un despido es injustificado, el trabajador tiene derecho a reclamar una serie de prestaciones y compensaciones, que incluyen:

Indemnización por despido injustificado (generalmente equivalente a tres meses de salario).
Pago de salarios caídos desde el momento del despido hasta que se resuelva el conflicto.
Prima de antigüedad, en algunos casos.
Reinstalación en el puesto de trabajo si el juez lo determina.
¿Cómo Afecta a los Empleados un Despido Justificado vs. Injustificado?
El impacto de un despido, ya sea justificado o injustificado, varía según la situación. Sin embargo, es importante entender que el despido injustificado puede tener consecuencias significativas para el empleador si no se maneja correctamente. Es fundamental que los empleadores sigan el proceso legal adecuado para evitar futuras reclamaciones.
En el caso de los empleados:

Un despido justificado puede resultar en la pérdida de ciertos derechos y prestaciones, aunque no será necesario recurrir a un proceso legal.
Un despido injustificado pone al empleador en una posición vulnerable, ya que el trabajador puede demandar compensaciones y, en algunos casos, la reinstalación en su puesto de trabajo.
Si has sido víctima de un despido injustificado o si eres empleador y necesitas asesoría para garantizar que tu proceso de despido sea legalmente válido, en DSC Abogados estamos aquí para ayudarte. Ofrecemos servicios legales integrales para proteger tus derechos laborales y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes.
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